Sobre Almudena

¡Hola a todxs! Me llamo Almudena y esta es mi historia:

 

Nací oficialmente siendo la pequeña de dos hermanas. Digo oficialmente porque a efectos prácticos me crié con muchos hermanos y hermanas mayores.  Crecí en casa de mis abuelos, conviviendo con mis tíos y tías, hermanos por parte de madre. Llegó un momento en el que en esa casa de 3 habitaciones y 80m2, convivíamos ¡hasta 10 personas!

Mis padres son sordos, y mi abuela y bisabuela, teniendo creencias bastante retrógradas, les trataban como si no fueran de utilidad en ningún sentido. No les permitieron cuidar de nosotras, asumiendo sus funciones ellas mismas, mi abuelo o algunos de mis tíos.

Todo esto creó en mí un sentimiento profundo de abandono que aún sigo intentando superar hoy en día.

No sólo crecí sin unas figuras materna y paterna definidas, sino que el ambiente no era lo que se dice estable. Los gritos que salían de esa casa se podían escuchar en todo el bloque.

Y por si esto fuera poco, a los 9 años sufrí abusos, tanto sexuales como psicológicos, que acabaron con lo que me quedaba de infancia, destruyeron mi alegría y mi autoestima hasta tal punto que me llevaron a los 15 años a querer acabar con mi vida. 

Me sentía completamente sola.

Una mañana, tras varias noches seguidas sin dormir, decidí que no podía aguantar más. Quería morirme.

DE VERDAD QUERÍA MORIRME.

Afortunadamente, la música me salvó.

Siempre he amado la música.  Desde que era pequeña y cantaba cada vez que veía en la tele "Sonrisas y Lágrimas", "Mary Poppins" o "Siete Novias para Siete Hermanos". Absolutamente TODAS las partes en las que había música en alguna película, serie, dibujos animados, o incluso anuncios publicitarios, TODAS las cantaba.

Todos los días me encerraba en el baño con la música de la minicadena a todo volumen. Cada día dejaba mis pulmones y mi alma en sus frías losas y azulejos. Cada nota que escuchaba era como si un pedacito de ese dolor saliera por mis oídos y mi boca. La percepción y entonación de cada nota eran como un bálsamo que me curaba el alma, limpiándola de todo lo malo que pudiese haber.

Pensé: "Si existe algo tan bonito, la vida no puede ser tan mala..."

Y de repente todo lo veía distinto. El mundo era más bello, más brillante, y en un mundo tan bonito no podía haber problemas ni situaciones difíciles que no se pudiesen superar y que no tuviesen solución. 

La música, y la habilidad de expresar emociones a través de ella, fue lo que me hizo salir de ese pozo de oscuridad en el que me encontraba. Fue mi faro, mi señal luminosa que trajo luz a mi vida, y la hizo auténtica y maravillosa. Pude comprobar que, cuando las palabras no son suficientes, la música tiene la habilidad de ayudarnos a expresar emociones que de otro modo no hubiéramos sabido expresar. 

La situación que viví de niña me llevó a interesarme por la psicología, a entender por qué la gente se comporta como lo hace. Leí todo lo habido y por haber sobre la psicología y la gestión de las emociones (he leído un libro al mes desde los 15 años), y lo combiné con la  filosofía yogi y la musicoterapia, para entregarte la trilogía DOMINA TUS EMOCIONES CON MÚSICA, DESCUBRE TUS EMOCIONES OCULTAS CON MÚSICA, y DISPARA TU AUTOESTIMA CON MÚSICA, que tienes hoy ante ti.

La música puede hacer que nuestra vida sea mejor, solo tenemos que dejarla entrar en nuestras vidas, y dejarnos sentir.